A medida que se van repartiendo las cartas, los jugadores tratan de hacer parejas, asociando las cartas.
Una vez que ya no podamos hacer más parejas, empieza el jugador más joven y roba una carta al jugador que tiene a su izquierda, mira si puede hacer una pareja y si no se la guarda y le toca el turno al jugador siguiente. Y así sucesivamente hasta que un jugador se queda con la carta que no tiene pareja, entonces se convierte en el perdedor de la partida.
En el juego, solamente hay una carta gato que no tiene pareja.
PVP: 9,50€
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